El aumento de precios: un obstáculo para el gasto de los hogares y la rentabilidad de las empresas

investigadora junior RADDAR

Por: María José Prieto investigadora junior RADDAR

Ad portas de iniciar el segundo semestre del año, los colombianos pasamos de la ansiedad electoral a la incertidumbre económica, enfrentando no solo el comienzo de un nuevo periodo presidencial, sino también problemáticas que afectan a todos los sectores, como lo es la alta inflación, el desempleo, la baja confianza de los consumidores, e incluso los altos costos de materia prima importada. 

Los pequeños y grandes productores, junto a las empresas se han enfrentado a los efectos de la pandemia y distintos sucesos que han afectado su rentabilidad en lo corrido del año. Entre estos, el fuerte impacto que ha tenido el paro nacional del 2021, el reciente estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania y el incremento de costos de transporte y materia prima. Por su lado, el bolsillo de los hogares se ha reestructurado como respuesta a la alta inflación en la mayoría de las canastas de consumo, dando lugar a que el gasto sea menor en términos de cantidad de bienes y servicios a pesar de que se evidencie una dinámica positiva del gasto en dinero.

 

Este panorama se hace evidente en los protagonistas del desayuno (*Cereales preparados, productos de panadería, huevos, leche y derivados, café y chocolate), siendo uno de los más afectados los cereales y los huevos en especial por los altos costos de materia prima necesaria para su producción. No obstante, la canasta mantiene un comportamiento de gasto creciente, debido a que es uno de los momentos de consumo más importantes dentro de la alimentación de los hogares llegando a sustituir el gasto en otros productos alimenticios e incluso en otras canastas

El huevo es el claro ejemplo de economía, versatilidad y fácil acceso para los hogares, teniendo en cuenta que todas las proteínas de origen animal iniciaron el año con altos repuntes en la inflación.

Asimismo, estos productos representan versatilidad, dado que se pueden incluir en otras comidas del día, con el fin de asegurar una buena alimentación sin que el bolsillo de los hogares se vea tan afectado. A decir verdad, el huevo es el claro ejemplo de economía, versatilidad y fácil acceso para los hogares, teniendo en cuenta que todas las proteínas de origen animal iniciaron el año con altos repuntes en la inflación. Si bien, el aumento de precios de los huevos se debe a los efectos del paro nacional, además del alto costo de materias primas, entre ellas el maíz y la soya, continúa siendo la proteína más económica del mercado.  De hecho, para el quinto mes del año la inflación comienza a ceder en la mayoría de las proteínas, dando lugar a que el gasto de huevos crezca no solo en dinero sino también en volúmenes.

Para poder entender la desaceleración de la inflación, es necesario comprender el comportamiento de la oferta y la producción avícola en el país considerando que los precios al productor se han visto afectados, no solo por los motivos anteriormente mencionados, sino también por los altos costos que asume la industria al adquirir materia prima importada bajo precios internacionales. De hecho, en lo corrido del año y tras la guerra entre Rusia y Ucrania, principales exportadores de maíz y soya, se registraron altas variaciones aportando significativamente en los precios al productor. Este panorama deja ver como los productores y empresas han sacrificado su rentabilidad dada la brecha entre los costos que asumían y el traslado de estos al consumidor final. 

Ahora bien, para el quinto mes del año se hace evidente una desaceleración en el precio de la materia prima, que se refleja de forma simultánea en los precios al productor y al consumidor. En los próximos meses, dada una desaceleración en el crecimiento económico se prevé una menor demanda futura de materia prima, permitiendo que los precios internacionales se estabilicen y nuevos productores entren al mercado. 

Este panorama de altos costos, incremento de precios y contracción del gasto en volumen, no es una situación aislada, por el contrario, este escenario se presenta en muchos países de Latinoamérica los cuales se han visto afectados por los altos costos de materia prima debido a que importan mayor cantidad de maíz y soya de la que producen. Por este motivo el gobierno colombiano en lo corrido del año ha tomado medidas destinadas a sustituir competitivamente importaciones de estos dos productos, además de impulsar decretos para excluir fletes y seguros a más de 200 bienes, entre ellos el maíz duro amarillo con lo cual se espera que a mediano y largo plazo distintos sectores se vean beneficiados por una reducción en sus costos operativos.

En definitiva, si el primer semestre del año se caracterizó por el incremento de los precios, la incertidumbre política y un mayor gasto debido al aumento de salarios, la recuperación del empleo y el aumento del crédito, se prevé que en el segundo semestre la inflación se mantenga, generando una guerra de precios y promociones especialmente en bienes durables y semidurables, así como una  desaceleración en el gasto, teniendo en cuenta que los hogares estarán apretados, aunque la entrada de remesas, la creación de empleo y el aumento de la colocación crediticia permitirán una sensación de mejora. 

En efecto, se espera que gobierno impulse medidas que frenen el aumento de los precios como, 0% de arancel para 165 bienes importados, la exclusión de fletes y seguros, pero más que nada la sustitución competitiva de importaciones en productos como la soya y el maíz para garantizar la seguridad alimentaria del país.