Alimentación cerebral: ya es hora de prestarle más atención

El consumo excesivo de grasas y azúcar, produce a largo plazo ciertos cambios en el cerebro.

Comer no solo nos beneficia o nos pasa factura a nivel corporal. Lo que ingerimos también guarda mucha relación con el estado de nuestro cerebro.

 

La nutrición cerebral es un término relativamente reciente, pero que ha empezado a cobrar mucha importancia no solo en el mundo médico. Por eso, en una nueva jornada de “Mañanas de Salud”, organizado por la Federación Nacional de Avicultores de Colombia –FENAVI-, se abordó este tema, en el que contamos con la participación de dos expertas en la materia. Se trata de la doctora en neurociencia y psicóloga Lucía Rodríguez Barreto y la directora del Centro Colombiano de Nutrición Integral, Claudia Angarita, quien es nutricionista dietista, de la Pontificia Universidad Javeriana.

 

Aunque sabemos que es un órgano importante, la mayoría pasamos por alto nutrir y estimular nuestro cerebro.  Si no lo hacemos de la manera correcta y nuestros hábitos alimenticios no son los más adecuados, estaremos cada vez más cerca de contribuir a afectar la salud mental, el estado de ánimo y nuestra capacidad cerebral.

 

Para la doctora Barreto, no hay excepción ni términos medios. Todo lo que comemos afecta de alguna forma a nuestro cerebro. Depende de nosotros y de las decisiones alimenticias que tomamos a diario, si esta afectación es negativa o positiva.

Más allá de la preparación académica, el ejercicio, el control del estrés, y dormir las horas necesarias, es esencial estimular y nutrir el cerebro con los nutrientes adecuados.

 

Rodríguez sostiene que el cerebro tiene ciertas demandas nutricionales a lo largo de la vida y si queremos que sea saludable, es fundamental tener una dieta completa, equilibrada y variada. Para esto, la doctora Rodríguez Barreto, recomienda siempre el acompañamiento de un especialista en nutrición.

 

Nutrición y ciclo vital

 

Las necesidades nutricionales varían de muchas formas. Por ejemplo, no es lo mismo lo que necesita un recién nacido, a una persona en edad adulta, tampoco es igual lo que debe consumir un deportista de alto rendimiento, a lo que debe comer una persona sedentaria. Conocer nuestro cuerpo y aceptar que hay alimentos menos nutritivos y saludables que otros, es el primer paso.

 

 

Alimentos ricos en antioxidantes, grasas saludables, vitaminas y minerales nos aportan energía, al mismo tiempo que ayudan a protegernos de las enfermedades cerebrales.

Gestación, mayor desafío nutricional

 

Si hay una etapa que requiere de mucha atención y conciencia de lo que se consume, es el de la gestación.

 

Al respecto, la doctora Angarita, fundadora del Centro Colombiano de Nutrición Integral, comenta que desde el embarazo se está programando al bebé no solo a nivel nutricional, también se hace a nivel comportamental e incluso espiritual.

 

La nutricionista Angarita, anota que la ingesta de proteínas y grasas es de suma importancia durante el embarazo, haciendo énfasis que es bueno diferenciar cuales son los alimentos con grasas dañinas, como por ejemplo el exceso de frituras, y comidas rápidas, y cuales son ricos en grasas saludables, como los alimentos con omega 3, el pescado, los frutos secos, los huevos, el aguacate, entre otros.

 

Después del nacimiento, los primeros mil días son fundamentales para el desarrollo del ser humano. Comer en las horas adecuadas, consumir suficiente agua, hacer ejercicio regularmente y tener siempre presente la importancia de la nutrición cerebral, hacen parte de una serie de decisiones mucho más sencillas de lo que parecen. Si comenzamos desde ya a adquirir estos hábitos, estaremos cada vez más cerca de cumplir la premisa que dice: mente sana en cuerpo sano.

 

Una dieta variada y equilibrada, que no contengan alimentos procesados y azúcares, y que incluya muchas frutas y verduras, parece ser la mejor receta para mantener nuestras capacidades mentales.

¿Y el huevo?

 

El huevo es uno de los alimentos que mayores aportes nutricionales hace al organismo. Es fuente de proteína, vitaminas y minerales y su consumo ha sido recomendado por los pediatras desde muy temprana edad.

 

Las proteínas se encuentran tanto en la clara como en la yema. Tiene un valor energético muy alto, siendo rico en aminoácidos esenciales. Supera en calidad a la proteína que contiene la leche, el pescado o la carne.

 

El huevo es una fuente importante de minerales como el selenio, el potasio y el fósforo, el yodo y el zinc. Contiene abundantes vitaminas, especialmente la B12, D, A, E y B1.

Dieta saludable

 

Completa: Con macronutrientes y micronutrientes; vitaminas y minerales.

Equilibrada: Adecuado balance entre los porcentajes de los distintos nutrientes, respecto al aporte calórico total de la dieta.

Variada:  Que incluya distintos grupos de alimentos, como frutas, hortalizas, verduras, lácteos, huevos, carnes y agua.

Suficiente:  Debe cubrir más del 90% de las calorías que se necesitan. diariamente.

Adecuada: Se debe tener en cuenta la edad, el sexo, la actividad física, el estado de salud, los hábitos culturales y el presupuesto económico.

Inocua: Debe ser segura y apta para el consumo humano. Prevenir enfermedades trasmitidas por alimentos -ETA´S-